Al final de la estimulación ovárica, la paciente debe pasar a quirófano para obtener los óvulos para su tratamiento de fertilización in vitro. Bajo anestesia general, por vía vaginal el médico aspira el líquido folicular de los ovarios en donde se encuentran los óvulos. Este líquido es recibido en tubos que son enviados al laboratorio FIV (contiguo al quirófano) para que separen y limpien los óvulos.
El ovocito (óvulo) se compone de 3 partes principales: las células de la granulosa, la zona pelúcida y el citoplasma. Las células de la granulosa sirven para protección y permiten que los espermatozoides detecten al ovocito para la fecundación.
Después del lavado inicial, se les quita la mayoría de las células de la granulosa. Esta acción favorece para hacer una fertilización in vitro. Cuando se va a hacer una microinyección espermática, es necesario retirar todas las células de la granulosa para valorar ver su grado de maduración. Solo los ovocitos maduros se pueden fertilizar por microinyección espermática.
